Título: CONVERSANDO EN TUS OJOS
Autor: Alhama MARCOS
ISBN-13: 978-84-936295-4-0
Ediciones Amaniel
https://www.edicionesamaniel.com
Conversando en tus ojos nace como consecuencia de un cáncer de mama que la propia autora, Alhama Marcos, sufre durante una época de su vida.
A pesar del desgarrador relato que narra esta primera parte del libro, la autora consigue guiar a los que en algún momento se sienten perdidos, a sacar esa parte escondida que todos llevamos dentro para cambiar los acontecimientos que nos provocan desazón y descontento.
Conversando en tus ojos es un libro escrito desde muy dentro, basado en una experiencia personal que demuestra cómo lo malo puede ser convertido en bueno, cómo todo es posible si nos lo proponemos y dejamos de quejarnos de nuestra suerte, activando así, esa magia interior que convierte el polvo en oro.
La suerte es lo que Alhama Marcos llama entrega, voluntad, fortaleza, entusiasmo, sacrificio y trabajo interior.
Adentrarse en Conversando en tus ojos es adentrarse en uno mismo, en la propia Alhama Marcos y en el todo.
PRENSA
Diario Directo
Revista Laura
Alhama Marcos explica la intención de su libro:
http://www.ivoox.com/conversando-tus-ojos-antes-y-audios-mp3_rf_262670_1.html
conversando-en-tus-ojos-el-antes-y262670
PUNTOS DE VENTA
http://www.centrallibrera.com (Calle Dolores FERROL)
https://www.edicionesamaniel.com/libreria/product_info.php?products_id=31&osCsid=ktphr2og7u6402asr72jhubnl0
http://www.mercadogalego.es/web/articulo.php?idarticulo=2631
http://www.casadellibro.com/libro-conversando-en-tus-ojos/1336337/2900001334622
LA AUTORA
Alhama Marcos. Madrid (1967).
Alhama Marcos, mediante su lucha y su lección de vida a través de las enfermedades físicas, se agota de sufrir al no poder llevar una vida como los demás. Después de un cáncer de mama, decide publicar una de sus obras de relatos cortos llenos de enseñanza y simbología, Amanda Ama.
Tras el éxito de su primera publicación, Amanda Ama, se afianza en su gran pasión de vida, la escritura, contándole al mundo cómo un cáncer de mama puede llegar a ser una bendición, transformando todo lo que estaba establecido como bueno en su vida. El cambio se muestra radical, conociéndose a sí misma y ayudando, con su literatura sencilla y atrayente a que los demás también encuentren su propio cambio.
La escritura es lo que le da la vida y la ayuda a seguir avanzando, de una manera más sencilla, en su caminar, guiada siempre por su propia luz interior.
Alhama Marcos escribe desde esa luz que no es otra que la que todo ser vivo lleva dentro.
EXTRACTO OBRA
EL FUERTE DESEO DE SEGUIR CAMINANDO
La fuerza está en ti, en tu interior.
No hay que demostrar nada a nadie, sino a ti mismo, consiguiendo el objetivo que te has planteado, con lo que has estado soñando.
Es tan fácil como decir SÍ a todo lo bueno que te está esperando y que tú, con tus pensamientos negativos, los alejas y los haces inalcanzables.
La vida es muy sencilla, sólo tú la haces complicada.
Hace tiempo que estoy intentando escribir acerca de este importante asunto y nunca encuentro el momento oportuno. Unas veces estoy demasiado cansada para escribir, no puedo concentrarme, otras el dolor me lo impide, otras… En realidad, muchas veces he pensado que el verdadero sentimiento que me hace demorar por más tiempo este capítulo es el miedo de recordarlo todo tal como fue.
En ocasiones, prefieres olvidar las situaciones o circunstancias difíciles de tu vida pero, en realidad, no lo haces. Lo que solemos hacer no es olvidar precisamente, sino esconderlo en un rincón de nuestro pasado para que eso no nos vuelva a hacer daño nunca más.
Sí, soy consciente de que aún no he olvidado, ni sé si algún día podré hacerlo, pero tengo que intentarlo y dejar en mi mente lo positivo que me trajo esa dura experiencia para llenar mi corazón de fortaleza y voluntad. Para pasar este duro trago de mi vida utilicé demasiada fuerza, demasiada energía, tanta que a veces siento que ya no me queda más, y por eso estoy siempre tan cansada… Por otra parte, sé que la fortaleza que tenemos es inagotable, sólo hay que ser conscientes de ello y reconocerla como infinita. Ahí está lo difícil. Decantarse por una u otra alternativa, elegir la que mayor alegría nos transmita.
No obstante, y mirándolo desde otra perspectiva diferente, debo decir que los momentos importantes, aunque dolorosos, de nuestro pasado nunca deben ser olvidados por completo porque gracias a ellos somos lo que somos y sabemos lo que sabemos.
Cada 4 de febrero los medios de comunicación nos recuerdan que es el día mundial de la lucha contra el cáncer.
Hoy es su día en el que todos hablan de esta dura enfermedad, de sus luchas, de las aportaciones económicas que se dedican a su estudio e investigación, de sus avances, de sus tasas de mortalidad. Hoy saldrán muchos casos al recuerdo de todos aquellos que murieron, que lo padecieron, que lo sufrieron… Creo que hoy no será un buen día para mí ni para muchos más que, como yo, lo han pasado, lo están pasando o conocen a alguien cercano, muy cercano a ellos, que han visto de frente esta enfermedad.
El cáncer está a la orden del día. Ataca a niños y a ancianos, a ricos y a pobres, a creyentes y no creyentes, a buenas y a malas personas, a cualquier tipo de ser humano. Es como una plaga que te deja un mal sabor de boca, tanto a ti como a todos los que te rodean. Algunos dicen que estamos rodeados de demasiada tecnología que hace que algo en nuestras células empiece a funcionar mal y se vuelvan cancerígenas; otros le echan la culpa a la genética, a la herencia; otros a la mala alimentación que llevamos; otros, al estrés que padecemos; otros, a los castigos divinos; otros… ¡vete tú a saber a qué echan la culpa! Pero lo cierto es que ahí está y que, por mucho que queramos evitarlo, por mucho dinero que dispongamos para acudir a las mejores clínicas privadas que nos garantizan la «vida», por mucho que no queramos escuchar su nombre por pensar que a nosotros eso nunca nos pasará, ésta es una enfermedad que te arrasa el cuerpo y de la que nadie está libre de padecer. Nadie.
Aunque me llena de tristeza el recuerdo, también quiero exponer que me siento orgullosa de contar esta pequeña historia de mi vida desde la versión de la curación física, del lado bueno y triunfante. Hay muchos de nosotros que no lo pueden contar porque nos han dejado. Se marcharon sufriendo mucho, tanto física como psicológicamente, luchando hasta el último día de su existencia terrenal y dejando a sus familiares un mal sabor de boca difícil de superar.
No obstante, la muerte física también es una experiencia que tarde o temprano debemos pasar todos. De nosotros dependerá preparar a nuestros seres queridos para ello y de prepararnos a nosotros mismos, con la esperanza de que todo lo pasado sirvió para algo. Sirvió para mucho.